martes, 12 de junio de 2018

(((El Fonógrafo))) Ya Tosiba: Love Party. Asphalt Tango. 2017


Para los occidentales, Azerbaiyán sigue siendo el nombre de un país exótico con ubicación incierta. Los más enterados advertirán que se trata de un territorio perteneciente a la antigua Unión Soviética en el cual, seguramente, predomina la cultura islámica. Lógicamente supondremos que su música tiene sonidos propios del medio oriente. Pero más allá de nuestras conclusiones al respecto, nada sabemos acerca de la riqueza sonora de este territorio, el cual limita con Rusia, Armenia, Georgia e Irán.

Ya Tosiba es un proyecto musical que, aunque no es completamente de nacionalidad azerí, representa un acercamiento, desde una óptica occidental eso sí, a un país totalmente desconocido para nosotros. La cantante (e instrumentista electrónica) Zuzu Zakaria nos muestra una voz influencias con persas y turcas típicas de su tierra, la cual se complementa con secuencias electrónicas muy trabajadas, alejadas de esquemas convencionales ya conocidos.

Al trabajo de Zuzu se une la colaboración del finlandés Tatu Metsätähti, quien aporta algo de visión tecnológica europea, aunque debemos tomar en cuenta que, los nativos de Finlandia, son algo distintos a la mayoría de los habitantes del viejo continente : no son germánicos, no son anglosajones, no son latinos. Su idioma no está emparentado con el de otros países nórdicos. Posiblemente ese punto de vista particular influya, aunque no sea evidente.

La dupla Zuzu-Tatu tiene la fórmula para el éxito. Una fórmula que, aunque parezca simple, no lo es, pues, nunca se cae en los lugares comunes de géneros como el chill out o el tribal house. Se trata de una música electrónica libre, ajena a ritmos prefabricados, que sin embargo, se presta para el baile, aunque algunos desubicados decidan usarlo para cosas tipo bellydance. Una propuesta bastante interesante, la cual demuestra que la etno-electrónica no tiene por qué aburrir.

Ya Tosiba llega a los limites de la experimentación, sin dejar de hacer algo digerible, manipulando además sonidos reales de instrumentos como el Saz de manera electroacústica.. Demuestran que La música electrónica puede ser tan variada como la música en general, sin necesidad de sonar siempre cuadrada o predecible. Por otro lado, los sonidos étnicos sigun siendo un campo de exploración infinito. Este álbum, el primer larga duración de este dúo luego de publicar varios singles y EP desde 2012, es una muestra de lo que acabamos de decir..





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