Por Ernesto Soltero
Hace casi dos años el trabajo Esferas, de Miguel Noya,
cumplió sus tres décadas. Fue la excusa perfecta para que el músico, pionero de
la escena electrónica local, se uniera en un mismo recital con Etno E3,
conjunto musical marabino, con quien compartía además la misma inquietud de
fusionar la tecnología con los sonidos ancestrales.
En la actualidad Miguel Noya sigue desarrollando su carrera
solista, pero ya no toca como invitado con este “trío étnico y acústico”. Se
integra como un miembro más, junto Washe (Carlos Conde) y eCanaan (Enrique
Rincón). De vez en cuando interpretan
temas solistas de Noya, aunque por lo general, son aquellos con más aire
tribales.
El evento en Los Galpones comenzó con un poco de retraso,
aunque, a decir verdad, el público también se tomó su tiempo en llegar al
sitio. En horas cercanas del mediodía la audiencia ingresó a una sala oscura,
donde se veía un escenario lleno de curiosos instrumentos percusivos indígenas,
así como también un par de laptops y un teclado sintetizador. Una sala en la
cual la experimentación sonora ya se ha hecho costumbre.
Durante unos minutos, los asistentes estuvieron a la
expectativa, sin saber nada de los músicos. Mientras tanto conversaban, y
miraban de vez en cuando hacia el escenario, donde se proyectaba el nombre de
la agrupación y sus integrantes. Repentinamente frecuencias sónicas con sabor a
madera se escucharon de la manera más acústica posible: Noya, Washee y eCanaan
tomaron por sorpresa a la audiencia, ingresando desde atrás del escenario,
mientras tocaban algunos instrumentos indígenas.

En momentos, Miguel Noya parecía tomar la batuta, al tocar
algunas escalas o acordes con su sintetizador. El sonido de la sala,
cuidadosamente ubicado, lograba envolvernos de manera cuadrafónica, mientras se
proyectaban imágenes alusivas a los temas tras los músicos. La pieza Desde
Euskal (compuesta para una película venezolana) no recurrió sin embargo al
recurso de usar soportes visuales cinematográficos, sino más bien al uso de imágenes
de la Guajira venezolana.
Tras interpretar temas pertenecientes a sus tres miembros,
EtnoE3 se despidió con una pieza del maestro Noya, causando una buena impresión
en el público, y consolidándose, una vez más, como uno de los proyectos musicales
más interesantes de nuestro país, dando a conocer además, de forma didáctica,
el acervo cultural y musical de diversos pueblos aborígenes en Venezuela,
especialmente aquéllos que hacen vida en Zulia y el estado Bolívar.
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