jueves, 20 de junio de 2024

Resistencia sonora y Rock. La Chusma 89 en el Festival Nuevas Bandas 2024

 



El pasado 15 de junio La Chusma 89, banda de punk y noise-rock, ofreció una singular función en el circuito 2 del Festival Nuevas Bandas. Un recital lleno de ruido, protesta y también humor.


                                                                                                                  Texto y Fotos: Luna Henríquez

La banda de punk y noise rock caraqueño La Chusma 89, se presentó junto con las agrupaciones Pars, No tan Casual y el Dj Luy, en la Quinta Bar en el 2do circuito del Festival Nuevas Bandas 2024 el pasado 15 de junio.



Un festival que ha servido de tarima para muchas de las bandas de Rock más emblemáticas de Venezuela, algunas cómo invitadas, cómo es el caso de Dermis Tatú, otras como concursantes, cómo es el caso de Los Mentas o Viniloversus.



La Chusma 89 es una banda con un sonido bien experimental, sucio, frenético, denso y envolvente acompañado por una voz bastante estridente que se quiebra de vez en cuando. Sus miembros Keban Frías, vocalista y guitarrista, Jhon Gómez, bajista y Alexis Silvera, baterista, con su energía disruptiva y visceral pusieron a temblar a la tarima y a las personas que asistieron a esta fase de la competición.



Los temas que tocaron fueron: Trinidad, Salario mínimo, Hora pico, Aplicación, Voto nulo y Máquina.



Su música sirve para acompañar letras bastante crudas y honestas, las cuales expresan las vivencias y experiencias personales, el amor, la rabia, la frustración, las luchas internas, el caos cotidiano, la precariedad que implica trabajar y ser artista en este país, cobrar salario mínimo y vivir en una ciudad tan hostil y volátil como Caracas, en un país sumido en la ruina, la desigualdad, la crisis profunda, en la polarización, la corrupción y las violencias estructurales.



Hablar de política y temas sociales en este país se ha vuelto un tema tabú, pero a pesar de eso, aún persisten algunas bandas de rock y de punk, como La Chusma 89 que se mantienen provocando incomodidad, tocando temas difíciles y sinceros, mostrando muchas de nuestras realidades complejas de una manera ingeniosa, potente, con mucho humor satírico, haciendo honor a su nombre y a esos géneros musicales que históricamente han estado en el seno de los movimientos sociales, contraculturales y rebeldes.



La banda La Chusma 89 dejó al público bastante perplejo al abrir con el tema llamado Trinidad (yerba, bolsa y frasco), ya que es un tema con una letra cargada de mucha ironía, doble sentido, bastante irreverente y políticamente incorrecta, ante la cuál el ambiente se notaba tenso, el público se mantenía expectante.



Luego de esa canción, tocaron el tema Salario mínimo, justamente un día de quincena, en un local donde las birras están en 3$, "lo que sale una mortadela y un poquito de carne molida" comenta Keban Frías. La situación de la precarización de los salarios y el trabajo es una realidad que atraviesa bastante a la mayoría de la población venezolana. La banda La Chusma 89 toca este tema de una forma muy humorística ya que hablan desde la experiencia más común y universal, que es la del amor, con la estrofa "nuestro amor es salario mínimo, no alcanza y se mantiene simbólico".




Posteriormente, siguiendo en esa onda de comedia sarcástica, soltaron frases pertenecientes al inconsciente colectivo del caraqueño, tales cómo "Dejar salir es entrar más rápido" o "recuerden que el uso de los asientos azules y preferenciales es para adultos mayores, personas con discapacidad y mujeres embarazadas, y el acceso por los torniquetes es individual", lo cual sirvió de introducción para la siguiente pieza.



Así entre bromas empiezan a tocar el tema Hora pico, una canción que retrata la agonía de usar el sistema del metro de Caracas, esa situación de espera, de incertidumbre, de claustrofobia, de desesperación. Me parece que la banda lo expresa muy bien no sólo con la letra sino con toda la parte instrumental, con los gritos catárticos y con el ruido. 



En este momento del toque, el público se notaba con mucha receptividad, curiosidad, meneando las cabezas, riendo, mientras algunas personas coreaban "algún día, algún día llegará ese tren". Un coro cuyo riff me recuerda mucho a la canción Love Will Tears us Apart Again de Joy Division pero en una versión más blues y rock & roll tropicaloso.



"Estamos trabajando para prestarles un buen servicio" comentó la agrupación en el intermedio.



La siguiente canción, Aplicación, se sale un poco del estilo de las demás, puesto que es mucho más lenta, con un sonido más atmosférico y melancólico que va in crescendo, dando una sensación de relajación y de introspección bastante interesante, un especie de break en la mitad del repertorio.



Voto Nulo es otra canción con un contenido bastante potente y contestatario, una expresión del hartazgo, la decepción y la digna rabia de la mayoría de la gente de a pie, "son una estafa trafican miedo, parásitos del voto y el dinero".



En esta canción, la gente se soltó aún más, gritando y coreando "por eso yooooo no creo en nadie y nadie debe creer en mí". 



Así transcurrió la presentación de esta increíble banda, con una energía bastante apasionada, intensa, ruidosa y contagiosa, cerrando con la canción Máquina, un homenaje del poema homónimo del fallecido César Panza, de su poemario "Mercancías", comparto un fragmento del poema:



"Y digo la máquina:

yo soy la máquina que dice yo soy

Que escribe yo soy

yo soy bajo el inmenso cielo digo

yo soy

la máquina que sabe cuánto significa 

el ego sum qui sum

que piensa la máquina que piensa yo soy

que lee la máquina que escribe IBM

 sobre autómatas finitos

& sus problemas de decisión

yo soy el autómata de los mil caminos

yo soy porque pienso en el Golem de Ada-Babbage

yo soy porque apruebo los Captchas

Turing de besos con un bot sin sexo

antes de aprobar la pornografía descargada

Y digo la máquina:

yo soy para pensar

máquina gödeliana 

que demuestra que no puede ser pensada

ser y pensar 

para volar pensando

yo soy la promesa alada

no soy trompo ni soy pala

no soy yunta ni soy buey

yo mismo pienso solo

por mí mismo pienso todo,

la máquina cree

puede sí decir

puede no decir

puede decidir por sí misma y sola

cree la máquina

la máquina y que jugando a ser 

mister Anderson alias el Neo

la máquina con la filosofía Warner"

Un performance en el cual, contra todo pronóstico, La Chusma 89 logró desafiar los convencionalismos con su música y letras incómodas, combativas y humorísticas que pusieron al público a vacilar, reflexionar y pasar un rato diferente. Nos contenta mucho conocer lo que están haciendo, esperamos sigan creando y sembrando rebeldía en la escena musical del país que tanta falta hace.





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